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jueves, 12 de noviembre de 2015

LA LEYENDA DE LA LAGUNA DEL PATO



En la época en que recién se estaban formando las actuales Haciendas Azucareras, existían en el valle extensas y hermosas lagunas. Con el devenir del tiempo y como producto de las sequías y perforación de pozos tubulares, la mayor parte de ellas terminaron por secarse.

Cerca al cementerio de Chiquitoy, distante dos km. del centro poblado, existía la famosa Laguna del Pato, la misma que se había formado a consecuencia de la filtración de los puquios. Sus aguas eran un tanto turbias y estaba rodeada de juncos, totoras y pájarobobos. Adoptó este nombre porque en ella pernoctaban grandes cantidades de patos silvestres.

La gente visitaba este hermoso paraje no tanto por la pesca, sino por la cacería de estas aves multicolores. Sucedió que un tiempo a esta parte empezó a difundirse la idea de que la laguna estaba encantada, pues ciertas noches de luna llena, habían visto bañándose en ella a una deslumbrante pata con sus patitos, todos de oro.

 Dicen que en medio de la noche resplandecían como joyas sobre la superficie de la laguna y que muchos incautos perecieron ahogados por tratar de cazarlos vivos. Cierto día uno de los sobrinos de la familia Orbegoso, dueños de la hacienda, enterado de su existencia intentó darles caza; pero todo fue en vano; la pata  y sus patitos, cada vez que los perseguían, aparecían y desaparecían en el agua con el propósito de cansar y lograr que sus ambiciosos cazadores se ahogaran. Buscando aquel tesoro algunos intentaron secar la laguna, pero tampoco pudieron hacerlo. Sin embargo, años después y en forma misteriosa, la laguna empezó a bajar su caudal de agua.

La pata y los patitos de oro dejaron de aparecer en las noches de luna. Finalmente la laguna terminó por secarse sin que nadie hallará nada en sus fangosas profundidades. Muchos piensan que la laguna se secó porque la pata y los patitos de oro, cansados de ser perseguidos, decidieron emigrar a la laguna El Toril, que se ubica entre Salamanca y la Cruz Verde.
Carlos Sánchez Vega